jueves, 16 de diciembre de 2010

nunca te irás

Qué impotencia sientes cuando ves mal a muchos de tus amigos y no existen palabras de consuelo suficientes para calmar su dolor, el dolor tan grande que tantos de ellos sienten. Cómo odio sentir impotencia por algo así. Cómo me gustaría tener las palabras mágicas para sacarles una sonrisa y devolverles la ilusión que tenían antes por todo. Porque nada es lo mismo desde que no estás, ni para todos los que tantísimo te quieren y te han tenido cerca, ni para los que no hemos tenido la suerte de tenerte tan cerca. Porque duele. Duele muchísimo. Porque por poco que te conociera alguien dejabas huella y siempre era una alegría verte. Porque pocas hay como tú, ninguna. Y a mí también me dejaste huella. Desde fuera veo cómo todos te echan tantísimo de menos. Cómo todos te necesitan y cómo, incluso a mí, que apenas te conocí, me gustaría que estuvieras en muchos momentos. Porque es muy injusto, es inconcebible. Pero, por desgracia para todos, ha pasado. Y eso no se puede remediar ya. Sólo espero que sigas dándole fuerzas desde allí donde estás a todos, regalando las sonrisas que siempre regalas y que les hagas a todos un poquito más fácil todo esto. Joder, al final he acabado llorando, y es que esto es demasiado para todos. Y se me rompe el corazón con cada comentario...dales fuerza, mucha fuerza, por favor.
Sigues y seguirás presente siempre en todos aquellos que pasaron por tu vida, porque es imposible que alguien que te conociera no te recuerde como una persona maravillosa.

Muchas felicidades Coral.

No hay comentarios:

Publicar un comentario